EL MEU AMIC EL MAR
Editado
Ariola 25.630 I. LP. 1978
Arreglos y dirección musical
Lluís Llach
Producción
Joan Molas
|
|
Este disco ha sido reeditado por:
CBS 463494/1 LP. 1989
PICAP 80 0027 1992
Claus Records 03 00100|02 2003
|
|
|
Este nuevo álbum discográfico de Lluís Llach, recoge
algunas de las creaciones más recientes del cantante de Verges, dentro
de la línea de recuperación de la música mediterránea
que ha caracterizado prácticamente toda su obra de los últimos
años, especialmente desde la edición de “Viatge a Ítaca”.
El estudio de grabación de Albert Moraleda fue escenario de más
de dos meses de trabajos constantes de Lluís Llach y sus compañeros.
Con el apoyo instrumental de cuatro músicos amigos y de él
mismo, el cantautor ampordanés ha grabado un disco realmente espléndido,
realizado con exigencia y rigor, y la característica fundamental del
cual es la búsqueda incesante de formas expresivas nuevas, al amparo
de la musicalidad específicamente mediterránea. El resultado
es interesantísimo, hasta el punto que “El meu amic el mar” no es
únicamente la obra magna de Lluís Llach, sino que ocupa un
lugar destacadísimo dentro del panorama general de la canción
y de la música popular contemporáneas, incluso a nivel
internacional.
Lluís Llach ha dedicado este disco a su amigo, el mar. Porque, para
un buen ampordanés como él, el mar es siempre el amigo y el
mar es siempre el Mediterráneo. Es lógico, pues, que todo el
álbum discográfico de Lluís Llach emane una sensibilidad
eminentemente mediterránea, la misma que ya era presenta en algunas
de sus mejores composiciones anteriores, como “Vaixell de Grècia “
y más especialmente “Viatge a Ítaca”, pero que con esta obra
más reciente consigue una expresividad mucho más cuidada y
coherente.
Esta sensibilidad mediterránea es el denominador común de todo
el álbum, tanto en una cara como en la otra. El sugerimiento de todo
un mundo, propio y singular, es el rasgo definitorio de esta obra del popular
cantautor: un mundo real y tangible, pero también irreal y misterioso,
incluso ambiguo. Como el Mediterráneo. Como la Mediterránea.
En el Palace de París, en el Palau Municipal dels Esports de Barcelona
o en el Pabellón de Deportes del Real Madrid, mientras escuchaba a
Lluís Llach, me he sentido sorprendentemente transportado a las costas
y playas ampordanesas. Una musicalidad plenamente arraigado a la tradición
cultural del país, y a la vez radicalmente abierta a todas las
formulaciones sonoras nuevas, se convertía en nueva afirmación
de la personalidad individual y colectiva, una manera más de recuperar
una parte importante de la memoria que nos identifica y caracteriza. Y era
precisamente la mezcla inteligente de un lenguaje tradicional y de unos sonidos
nuevos, la combinación armónica del clasicismo y del vanguardismo
aquello que daba autentica universalidad a la obra.
Partiendo de textos propios, exceptuando una canción basada en un
poema de Josep M. de Sagarra, Lluís Llach ha creado un conjunto de
composiciones de una belleza melódica incuestionable. Cuatro canciones
confirman de sobras su categoría excepcional de melodista dentro la
mejor tradición de este género tan difícil que es la
canción popular. Todas se agrupan en una composición espléndida,
a la manera de poema sinfónico. El conjunto supera incluso, con diferencia,
“Viatge a Ítaca” y “Campanades a morts”.
La coherencia global de ”El meu amic el mar” no tiene el inconveniente de
la uniformidad estética y/o temática. Desde el canto casi épico
de “Venim del nord, venim del sud”, hasta el lirismo apasionado y apasionante
de “La poesia dels teus ulls”, pasando por la lúcida reflexión
de “Quan l’onada ens durà a la platja dels morts” o el grito vibrante,
crítico y a su vez movilizador de “Companys, no és això
“ – un magnífico ejemplo de aquello que ha de ser la canción
popular ahora y aquí, cuando se enfrenta a la realidad político-social
-. Lluís Llach nos ofrece, en la primera parte de ”El meu amic el
mar”, un testimonio bien elocuente de su extraordinaria capacidad expresiva,
basada sobretodo en el dominio del oficio y en la posesión de una
sensibilidad artística que ha conseguido ya un muy alto nivel de madurez,
creativamente e interpretativamente.
Pero es en la segunda parte del nuevo álbum donde encontramos los
más grandes aciertos. Las cuatro piezas que forman parte constituyen
un conjunto armónico, coherente y homogéneo, a su vez, un mosaico
diverso bien evidente. Desde la belleza lírica de “Bressol de totes
els blaus”, probablemente la creación musicalmente más ambiciosa
y exitosa de toda la obra del cantante de Verges, en la “Cançó
de rem i de vela N. XII” que es un bello ejemplo de aquello que ha de ser
la recreación musical de un texto poético tan expresivo como
éste, pasando por el contencioso “Camí cap al nou cant” y la
expresividad poco habitual de “Salpar”, una pieza instrumental de una
complejidad nada desdeñable, Lluís Llach nos ofrece un testimonio
claro y limpio de su manera de hacer como autor e intérprete, no ya
específicamente de nuevas canciones populares, sino también
de composiciones musicales en las cuales el texto es un elemento más.
Puesto que he hecho mención expresa de los textos, cabe remarcar que
precisamente en “El meu amic el mar” Lluís Llach se nos muestra como
un autor de textos no ya únicamente inspirados y con algunos descubrimientos
francamente interesantes, sino también como aquello que ha de ser
un buen cantautor: el hombre capaz de expresar, a través de evocaciones
y de sugerimientos literarios y musicales, todo un mundo de referencias propias
y singulares. El interés de los textos, la elaboración de los
cuales es perceptiblemente más cuidada y completa que en obras anteriores,
es uno de los otros secretos de la calidad global de ”El meu amic el mar”.
La importancia de todo el trabajo creativo e interpretativo ha tenido, y
tiene todavía, su apoyo natural en las labores de grabación
del álbum, de una precisión considerable. Pese a que nunca
es fácil trasladar a los surcos de un disco todo aquello que alguien
quiere expresar, en el caso del último disco de Lluís Llach,
todavía era mucho más difícil de conseguir, porque el
cantautor ampordanés había creado todo un mundo bigarrado y
complejo, hecho de alusiones, evocaciones y sugerimientos, la transposición
discográfica del cual parecía desde el principio prácticamente
imposible. La exigencia y el rigor del trabajo realiza han dado un resultado
espléndido, hasta el punto que “El meu amic el mar” se ha convertido
en una auténtica obra maestra del género de la canción
y de la música popular contemporánea.
Jordi García- Soler (abril 1978) |
|
|
|
1. Bressol de tots els blaus |
|
| 2. Salpar (Instrumental) |
|
| 3. Camí cap al nou cant |
|
| 4. Cançó
de rem i de vela (N. XII) |
|
|
5. Venim del nord, venim del sud |
|
| 6. Quan l'onada em durà
a la platja dels morts |
|
|
7. La poesia dels teus ulls |
|
| 8. Companys, no és
això
|
|
|
|