La Fundació Lluís Llach la componen los siguientes patronos::
Ana Isabel Aisa Abogada
Laura Almerich Músico
Jordi Bonilla Payés
Andreas Claus Gestor/mánager
Blandine Derozé Profesora informática
Lluís Llach Cantante
Oriol Presas Asesor de empresas
Mady Seck Payés
Josep Maria Vileu Informático-contable
Permitidme que os presente esta Fundación exponiéndoos que su nacimiento viene motivado por una sensibilidad específica hacia los terrenos culturales, educativos, o de fragilidad social manifiesta de comunidades minoritarias o minorizadas. Y que pretende poner en el centro de su acción el desarrollo integral del ser humano como individuo de colectivos sostenibles, respetuoso con las identidades y diversidades, en el marco de la libertad personal y colectiva.
Perdonad porque estas definiciones son siempre tan ampulosas como incompletas, pero no encuentro otra forma para decirlo y enfocarlo.
Estos objetivos hacen de nuestra casa, los Països Catalans, un terreno en donde ya se divisa que hay mucho trabajo a realizar. Pero lo cierto es que los primeros proyectos que han inducido a la creación de esta Fundación tienen su génesis muy lejos de aquí.
Por un cúmulo de experiencias personales y azarosas que me han acompañado desde el año 2007, fue a la vuelta de un viaje al Senegal, a la región de Sine Saloum, concretamente en la Comunidad Rural de Palmarin, que empecé a concebir algunos proyectos.
A resultas de este proceso pedí a un grupo de amigos y amigas si me querían acompañar en la creación de una Fundación que fuese la herramienta de trabajo que nos permitiera incidir positivamente en algunas situaciones concretas y problemáticas que había podido vivir personalmente, relacionadas con lo que os explicaba en el primer parágrafo y que, aparte de impresionarme, me hicieron imaginar la posibilidad de montar una estructura que pudiera ayudar a mejorarlas. Todo sea dicho con la modestia y prudencia necesarias.
Así pues, los proyectos iníciales que llevará a cabo esta Fundación son concebidos para aplicarlos en las tierras de una cultura minoritaria en el Senegal, la cultura Sérér, en el país del Sine Saloum, concretamente en la Comunidad Rural de Palmarin. Estos proyectos que inicié antes de la creación misma de la Fundación, hoy ya están ejecutándose. La Fundación tendrá como finalidad la gestión y vigilancia de su desarrollo, y la aportación financiera necesaria para la continuidad de sus objetivos que veréis explicados en los próximos parágrafos y especificados en apartados más concretos...
A despecho de otros proyectos en estudio, los dos que hoy están en ejecución son: YAYOMA-MAREMAR y ANEM MÉS LLUNY.
Esta página web procurará, además de permitir que sepáis el detalle de los proyectos, su evolución económica, algunas características de la Fundación y el planteamiento de futuros y nuevos proyectos, manteneros informados de la marcha y el desarrollo de los dos proyectos citados.
La Fundación que presido os quiere animar a cooperar con ella en la realización y la financiación de estos proyectos. La ayuda más convertible en acciones es el dinero y os lo agradeceremos muchísimo, pero entendemos (y ya tenemos experiencia) que quizá también hay gente y asociaciones que tienen posibilidades de colaborar de otras maneras también efectivas. Estamos abiertos a vuestro apoyo y a vuestras sugerencias. No dejéis de hacerlo.

YAYOMA-MAREMAR
Proyecto YAYOMA-MAREMAR. La palabra Yayoma es la conjunción de Yaye (mare) y Oma (mar) en la lengua de la comunidad lingüística Serèr que es la que define Sine Saloum.
Es un proyecto ambicioso y, para nosotros, con mucha carga simbólica, pues se trata de convertir lo que nosotros conocemos con el nombre de pateras o “cayucos” en herramientas de trabajo para la pesca en el mar en lo que ellos llaman “piraguas”. En definitiva, convertir uno de los símbolos más característicos de la emigración masiva africana -que ha llenado el mar de víctimas de una situación económica demasiado a menudo insoportable -, en un símbolo de trabajo sostenible y racional que permita a la gente autóctona de esta región eludir la emigración como si fuese el único horizonte de futuro, y hacerlo a través de una herramienta que les es propia y que forma parte de su cultura de trabajo más ancestral.
Hemos elaborado este proyecto, cuidando que su organización, capitalización, gestión y evolución condujeran a unos resultados racionales, duraderos y sostenibles, de acuerdo con la estructuración y la manera de ser de la gente de Palmarin. Y que finalmente sea autogestionado completamente por los integrantes autóctonos del proyecto.
Pese a que más adelante encontraréis una explicación más detallada, paso a resumiros los rasgos principales.
Financiar una barca (piragua) de 23 metros que permita a miembros de la población de Palmarin (comunidad rural formada por cuatro pueblos -Ngallou, Ngunuman, Ngjet, Niajhanort- y un puerto pesquero, Djifer) ejercer la pesca de altura en el litoral senegalés, gambiano y de Guinea Bissau.
Esta piragua será explotada por 10 pescadores y un capitán responsable.
La configuración social de los pescadores se adaptará a los siguientes requisitos.
a) Su origen será proporcional a las poblaciones que configuran Palmarin y a las religiones dominantes.
b) Es de obligado cumplimiento que los diez pescadores sean miembros de diez familias diferentes de manera que las ganancias de cada pescador reviertan en la red protectora de cada familia. Esto comporta que como la familia es una entidad piramidal muy estructurada, muy numerosa y con un funcionamiento económico compartido, se asegura que con la entrada de dinero en su seno se permita subsistir a mucha gente.
c) El reparto de las ganancias económicas está estructurado de tal manera que el proyecto se autofinanciará, y con el paso de un tiempo aproximado de cuatro años se pueden poner en funcionamiento hasta 6 piraguas YAYOMA-MAREMAR. Esto representa dar trabajo a 66 personas, o sea 66 familias que obtienen un ingreso gracias al desarrollo del proyecto. Para hacerse una idea de la magnitud de estas cifras, se ha de tener en cuenta que cada familia pueden estar compuesta casi por 20 miembros.
Si queréis saber más, encontraréis detalles completos referentes a todos los aspectos de este proyecto entrando en la sección de proyectos.
Si durante este tiempo la Fundación puede aportar ayuda económica, estos plazos se reducirán significativamente.
Cuando el objetivo de las seis embarcaciones en activo se haya completado, la Association YAYOMA-MAREMAR se convertirá en Cooperativa asociativa.
El día 15 de julio del año 2010, fue botado el primer YAYOMA I MAREMAR, en la playa de Palmarin, por más de trescientas personas que lo botaron tradicionalmente (podréis encontrar material visual).
El sueño empieza a realizarse, pero ahora es cuando ha de hacerse sostenible en el tiempo, en el medio en que se desarrolla y en las condiciones económicas justas para la gente que participa.
ANEM MÉS LLUNY
Este proyecto quiere incidir en los terrenos educativo, pedagógico, en la comunicación social, la preparación profesional y los servicios comunitarios. O sea, es un proyecto altamente pretensioso.
Perdonad que tenga que volver a mis pequeñas experiencias personales. En una de las estancias en Palmarin quise, como tanta gente, traer material para las escuelas y los colegios de la Comunidad Rural. Cosas sencillas y fáciles: bolígrafos, lápices, gomas de borrar, maquinitas para sacar punta, colores y cuadernos.
Cuando llegaba a los lugares me recibía una comitiva de la escuela entre los cuales había el director acompañado de muchos profesores, y acto seguido me presentaban a los alumnos y me mostraban las aulas y las instalaciones que utilizaban. Después recibían mi material con mucho respecto.
Cuando me iba sin más, uno de los directores me dijo que no podía irme sin un discurso oficial de agradecimiento para que sintiera que los profesores y alumnos daban mucho valor a todo lo que había traído.
Estas ceremonias siempre me han agobiado, sonreí intentando escabullirme discretamente. El señor director, que me adivino la maniobra, me tomo del brazo siempre respetuoso, y me dijo: “Quiero mostrarle una cosa”. Y me llevó a su despacho. Me puso delante de un armario y continuo diciéndome, siempre cogiéndome por el brazo, “Ahora le abriré el cajón donde tenemos todo el material de la escuela y de los alumnos”. Y poco a poco, fue estirando un cajón bastante grande hasta dejármelo a la vista.
Vacío, completamente vacío, para no haber no había ni polvo, que en Palmarin ya es difícil. Y continuó: “Anteayer envié a un profesor para que con dinero de mi bolsillo comprase dos bolígrafos, pues no teníamos”. Mire aquel cajón para comprender lo que me estaba explicando y después los ojos de aquel hombre para decirle: “Venga, señor Director, vamos hacia el patio y hágame un discurso muy bonito de agradecimiento y que no falte de nada”. Y así sucedió, a pleno sol y a pulmón batiente.
Cuando volví al Campamento le Yokam, que es un hotel africano en el cual me hospedo cuando estoy allá, y después de comentar con los amigos de Palmarin que lo llevan - François, Nima, Paul, Marcel...- la lección que el señor Director me acababa de dar, sinceramente iba tocado.
Quise explicarlo a un amigo de casa y me puse a escribir un correo electrónico desde mi ordenador portátil conectado a Internet, que de eso sí que hay. La dicotomía entra aquel cajón vacío y mi ordenador de última generación me ayudo a concebir el proyecto que os quiero explicar.
Con el acuerdo y la colaboración del Presidente de la Comunidad Rural de Palmarin, el señor Sammuel Seck, y sus Consejeros, se decidió emprender un conjunto de acciones que incidieran, como ya he dicho antes, en los terrenos educativos, pedagógico, comunicativo, de ocio, formación profesional, y servicios sociales y comunitarios, a través de la aplicación de las nuevas tecnologías, dentro de las posibilidades que la realidad de la región puede permitir.
Y para conseguirlo se proyectó la creación de una Aula Informática, como primera herramienta y con los siguientes pasos y fases.
Durante dos meses, un experto informático patrocinado por la Fundación, en este caso la señora Blandine DeRozé, patrona de la Fundación y experta informática especializada en la formación de formadores informáticos, se trasladó a Palmarin el 15 de junio con tres ordenadores portátiles para iniciar un cursillo de formación para cuatro profesores de las escuelas de Palmarin que duró hasta el 20 de agosto.
Durante el mes de septiembre estos formadores informáticos iniciaron unos cursos de conocimientos básicos para los profesores de las escuelas y sobretodo del Col•lege (escuela superior) en donde definitivamente se instalará la Aula Informática.
Mientras todo esto se preparaba, nos ponemos en contacto con la ONG NT África, para pedir la cesión de 21 ordenadores de sobremesa reciclados y renovados para el funcionamiento del proyecto además de dos impresoras. Y con una diligencia magnífica, NT África nos hace entrega, al cabo de pocas semanas, de 21 ordenadores en perfecto estado de funcionamiento y que son inmediatamente enviados a Dakar en barco, que llega el día 20 de junio.
Con el inicio del curso escolar, la Aula Informática acogerá a los alumnos de los estudios superiores para que entren en contacte con el manejo de los ordenadores e Internet, y con el conocimiento de la informática, apaciguando de esta manera la desventaja manifiesta que los estudiantes de esta región tienen respecto otros estudiantes de las ciudades más privilegiadas como Dakar o Mbour, por ejemplo.
En una segunda fase a desarrollar, el ordenador no sólo ha de ser una manera de hacer entrar a los alumnos en un nuevo mundo, sino que se ha de convertir en una herramienta pedagógica al servicio y para la ayuda del maestro, para la búsqueda de elementos formativos tanto para él como para los alumnos, utilizando la magnífica red que tiene la cultura francesa en Internet y pensando que el francés es la lengua oficial con la cual se enseña en las escuelas de Senegal.
Pero todavía puede tener otra función muy importante en Palmarin dada la precariedad del material escolar: utilizar la informática y sus posibilidades como sustituto del material escolar carente (mapas, diccionarios, biblioteca, enciclopedia, elementos visuales geográficos, fauna, literatura, historia y un larguísimo etc. fácil de imaginar).
También se pretende que esta Aula Informática, ultrapasando el ámbito escolar, tenga una incidencia sobre la gente que no se encuentre en edad escolar pero que tengan interés en el aprendizaje de estos medios, ya sea por consideraciones profesionales o por interés personal. Pare ello, se prevé la instauración de cursos públicos dedicados a la gente interesada y que no se encuentren en edad escolar.
Al mismo tiempo, se prevé un servicio público y social de comunicación que haga que los ciudadanos de Palmarin interesados puedan utilizar la informática e Internet para comunicarse, informarse y conectarse al mundo. Para tal efecto, se crea un espacio Ciber en el cual durante unas horas al día los ciudadanos de Palmarin podrán acceder.
Finalmente se contempla la posibilidad en el futuro de hacer uso de estos medios en las actividades de ocio que la Comunidad decida.
La multifuncionalidad de este proyecto es el que nos ha empujado a pedir la colaboración del Gobierno de la Comunidad Rural de Palmarin y de su Presidente, para que a través de su liderazgo se coordinen principalmente los actores pedagógicos de la comunidad pero también los actores sociales, los culturales y los de servicios. Para decirlo de alguna manera, en un proyecto complejo como este, lo más difícil no es tanto ayudar a crear, como que los efectos perduren y sean sostenibles a través de la gestión autónoma.
El día que estoy escribiendo esta presentación, el proyecto ya está en marcha y funcionando. Si todo va bien, iremos más lejos.
La Fundación que presido os quiere animar a cooperar con ella en la realización y la financiación de estos proyectos. La ayuda más convertible en acciones es el dinero y os los agradeceremos muchísimo, pero entendemos (y ya tenemos experiencia) que quizá también hay gente y asociaciones que tiene posibilidades de colaborar de otras maneras también efectivas. Estamos abiertos a vuestra ayuda y a vuestras sugerencias. No dejéis de hacerlo.
LLUÍS LLACH
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