ÁLBUMES


VIATGE A ÍTACA

Editado
Movieplay S-32.710 LP. 1975

Arreglos
Manel Camp y Lluís Llach

Dirección musical
Manel Camp

Dirección grabación
G. de la Puerta

Disco producido por
Joan Molas


  NOTAS
 Este disco ha sido reeditado por:

Fonomusic 1984
Dro 2002
Dro (DIGIPACK) 2004


  COMENTARIO
Nos encontramos delante de un disco verdaderamente excepcional: Viatge a Ítaca. El último álbum de Lluís Llach es una obra de un peso específico más que considerable, que nace como consecuencia  lógica y natural de toda la evolución artística del cantautor de Verges, en el mismo momento que se sitúa como una de los trabajos  más  importantes de toda la discografía catalana más reciente. Pese a que Llach ya nos había demostrado muy ampliamente buena parte de su potencial creativo, es justo a partir de Viatge a Ítaca que inicia una etapa nueva, en una línea de madurez ejemplar, tanto en el terreno de la composición como en el campo de la interpretación, hasta el punto de conseguir fines de un interés cualitativamente extraordinario.
En efecto Viatge a Ítaca, es una obra que nace de una gran ambición expresiva, no solamente por lo que se refiere a la música, sino también, y quizá especialmente, en referencia a los textos, que rompen abiertamente con las vacilaciones, las ambigüedades y las reiteraciones de algunas obras anteriores, hasta el punto de entrar en un campo nuevo, difícilmente previsible años atrás.
Viatge a Ítaca, es una obra que queda claramente dividida en dos partes, les dos caras del álbum, la primera íntegramente dedicada a la composición Ítaca, y la otra que recoge cuatro canciones, todas un buen ejemplo de la línea de creación  más reciente de Llach. A pesar de esta división formal, Viatge a Ítaca es una obra perfectamente coherente y lógica, incluso las temáticas entre las diversas canciones no hace sino que reforzar una expresividad llena de fuerza y de intención. Evidentemente, Ítaca es la pieza más importante de todo el disco. Se trata de una composición que, pese que podría ser calificada como  canción, se aleja del esquema y se nos presenta como algo mucho más complejo y matizado, que destaca quizá por su duración y adopta formas expresivas nada habituales en el mundo de nuestra canción actual. Es una obra extraordinariamente ambiciosa y compleja, que usa indistintamente el lenguaje épico y el lenguaje lírico sin perder nunca de vista una contención ajustada y precisa. Destaca por otra parte, sensibilidad y madurez, y su complejidad estilística y temática se resuelve con eficacia sobretodo a través del uso de unos apuntes reforzados con acierto por unos arreglos inteligente. Cabe destacar, el uso infrecuente de instrumentos muy diversos, que hacen mucho más fácil la unión entre los tempos sucesivos. Bueno y partiendo de unos textos de Kavafis que Carles Riba traducción al catalán, Ítaca es una recreación lúcida y llena de sensibilidad, sin caer nunca en actitudes conservadoras o miméticas, buscando y consiguiendo una obra propia, de una grandeza no exenta de sencillez y de austeridad. Con reminiscencias de obras sinfónicas, corales de las corrientes más actuales, Ítaca destaca también per la potenciación inteligente de la percusión, especialmente agradecida en reforzar las interpretaciones vocales, instrumentales, de una dificultad bastante evidente ya desde una primera audición de la obra. Por lo que se refiere a las cuatro canciones publicadas a la segunda cara del álbum, cabe destacar, que peses a que contrastan con Ítaca por obvias razones de estilo y de temática, no se desmerecen para nada. A força de nit es una pieza vibrante, de una gran calidad poética, quizá mejor creación de toda la producción de canciones de Lluís Llach. Escriu-me aviat destaca por la fuerza insistente del ritmo, con unos cambios de tiempo muy bien trabajados, es una pieza de impacto directo y fácil con un texto de una intensidad erótica parecida a la de Onades, pero con hallazgos todavía más notables. Fins el mai, en una línea mucho más intimista, está cantada casi a medio tono, como si el interprete no se quisiera entregar del todo, y junto gracias a esto se crea toda una atmósfera especial, reforzada con habilidad por los arreglos y las interpretaciones instrumentales. Finalmente Abril 74, una composición de una calidad excepcional tanto musicalmente como literariamente, es una pieza muy directa, que enlaza con la línea más testimonial de la producción de Llach, sin caer nunca, pero, en demagogias de ningún tipo y un texto bellísimo, nacido del contacto personal con la realidad portuguesa, es reforzado por una música de gran calidad, que cierra Viatge a Ítaca con unes esperanza lúcida, alejada de todas las concesiones pamfletarías.

Los arreglos del álbum - Lluís Llach y Manuel Camp - son de un matiz considerable, sobretodo por lo que se refiere a la complejidad del tratamiento de instrumentos muy diversos, en una obra extraordinariamente ambiciosa, que los habría podido hacer caer en grandilocuencias, efectismos, pero que los ha llevado a utilizar una línea de austeridad realmente ejemplar. Junto con los músicos que  habitualmente lo acompañan - Laura Almerich, Tete Matutano, Martí Soler, Quique Cano, Santi Arisa, Manuel Camp -  Lluís Llach ha contado también, para la realización de Viatge a Ítaca, con otros instrumentistas y cantantes, los cuales han hecho posible una obra verdaderamente excepcional, una de las mejores de la discografía catalana de los últimos años
Jordi García-Soler (1975)

  CANCIONES

1. Ítaca
2. A força de nits
3. Escriu-me aviat
4. Fins el mai
5. Abril 74

Lluis Llach





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